Durante los primeros meses de pandemia muchas personas se acostumbraron a trabajar desde casa. El teletrabajo o trabajo a remoto se convirtió, por un momento, en una manera flexible de completar la jornada laboral. Cada persona organizaba su tiempo en función de sus necesidades y, sobre todo, en un espacio que muchos trataron de crear a su gusto para fomentar la creatividad. Sin embargo, aunque algunas oficinas continúan apostando por esta modalidad, la gran mayoría de los trabajadores han vuelto ya a sus puestos de trabajo y esto requiere de ciertos cambios como, por ejemplo, adaptar la acústica de las oficinas .
El modelo de oficina de hace treinta décadas no tiene nada que ver con el actual, marcado por los ordenadores y las últimas tecnologías. De hecho, el constante cambio en el tipo de oficina, a raíz de las nuevas formas de trabajar, ha dado lugar a espacios más diáfanos sin un lugar de trabajo asignado, dejando atrás los espacios cerrados e individuales.
Otro aspecto que trata de cuidarse mucho en las zonas de trabajo es la iluminación , por el impacto que esta tiene en la productividad. Pero, además, no podemos dejar de lado otro matiz tan importante como es la acústica, ya que se ha demostrado que una mala sonorización en la oficina puede llevar a distracciones, reducción de la concentración, baja productividad o estrés .
Pero, ¿qué nos molesta realmente cuando trabajamos en determinados edificios comunes? A veces, hay ruidos que podrían resultar inofensivos, ni si quiera los percibimos, pues hemos aprendido a convivir con ellos, pero están ahí, afectando a nuestra concentración. Por ejemplo, al ruido provocado por los ascensores, la refrigeración o la calefacción, los equipos de oficina, los ordenadores e impresoras, teléfonos o ruido exterior de la calle hay que sumar las propias conversaciones, las llamadas de teléfono y los teclados.
Como ya imaginarás, el confort acústico es básico y necesario para nuestra salud . Hoy, queremos dejarte con algunas ideas para reducir el sonido a través de herramientas específicas y teniendo en cuenta algunos trucos sobre todo en espacios de alta concentración de personas como call centers , oficinas diáfanas, comedores corporativos, salas de reuniones o salas de formación.
Utilizar separadores en las mesas que amortigüen el sonido
Como hemos es visto, es importante hacer un buen aislamiento de paredes, puertas y ventanas con materiales específicos para evitar el exceso de ruido. Una propuesta es utilizar separadores en las mesas que amortigüen el sonido como el Corner Office de Pablo Design, un córner con luz incorporada que reduce el ruido por estar fabricado con fieltro.
Elementos decorativos con función estética y acústica
Aprovecha los elementos decorativos de doble función, es decir, estética y de amortiguación acústica. Esta combinación de funciones la vemos en productos como las lámparas de AndLight que ha creado la línea Slab. Luminarias diseñadas para ayudar a reducir la acústica de un entorno mediante la absorción de ondas sonoras.
Superficies curvas para reducir el sonido
Las formas curvas son también un aliado para reducir el sonido, así como la colocación de paneles de espuma acústica en las paredes y en el techo. Todo ello ayuda en la amortiguación del ruido, que puede llegar desde muchos lugares de la oficina. Una opción fácil y dinámica que se adapta al espacio.
Distribución adecuada del personal y los equipos
Otro truco es contar con una distribución adecuada del mobiliario y situar al personal según su trabajo y lo ruidoso que sea este. Además, lo adecuado es aislar en otras salas equipos ruidosos como fotocopiadoras, impresoras, servidores, etc.
Evitar mobiliario en el que rebote el sonido
El material del mobiliario y los equipos, lo creas o no, influye en la amortiguación del ruido. Por ejemplo, en las zonas de trabajo, es importante evitar mobiliario en el que rebote el sonido como pueden ser los de metal o cristal.