Existen detalles que, a simple vista, parecen pequeños al momento de tratar con un interiorista . Sin embargo, estos dicen mucho sobre su forma de trabajo y trato con el cliente.
Desde la creatividad hasta su portafolio, estos factores puede denotar si eres compatible con tu interiorista , identifícalos antes y descubre si es la persona ideal para confiarle un proyecto. Compartimos las 10 señales que debes mantener en tu radar.
No toma en cuenta tus ideas
Una de las señales más relevantes es que este no toma en cuenta tus opiniones e ideas. Si bien el experto es él, este debe escuchar tus necesidades y cómo deseas cambiar el espacio antes de hacerte una propuesta.
No estudia tu hogar
Un buen interiorista debe analizar tu hogar, conocer la dinámica de las personas que viven en casa y atender a las necesidades de estos por medio del diseño.
Copia ideas existentes
Ya sea que se inspire en otros diseñadores o en tendencias en redes sociales, si tu interiorista carece de creatividad y copia ideas existentes, es una señal de alarma.
Distintos productos, distintos precios
Si bien el precio de un proyecto depende de diversos factores, un buen interiorista cobra por el diseño en sí, es decir, por el proyecto en su totalidad, y no dependiendo de los materiales utilizados. El tema de proveedores es aparte.
No toma en cuenta detalles
No solo debe enfocarse en el diseño, sino que debe tomar en cuenta detalles como la iluminación, climatización, electricidad y resto de instalaciones técnicas , las cuales no siempre se ven a simple vista, pero son parte esencial del espacio.
Solo estética
Si el interiorista solo piensa en la estética, dejando a un lado la funcionalidad, la estrategia y la viabilidad, es una señal de que quizás no es el adecuado para tu proyecto. Recuerda que la belleza no tiene padres, es efímera, voluble y relativa, por lo que siempre hay que tomar en cuenta la parte técnica.
Proveedores profesionales
Aunque el cliente puede que no los llegué a conocer, el interiorista debe explicarle quienes estarán implicados en el proyecto así como presentar propuestas para elegir materiales, esto puede hacer la diferencia.
No muestra su trabajo
Independientemente de cuántos años lleve en el campo laboral o cuántos proyectos haya realizado, si el interiorista no comparte su trabajo por medio de un portafolio, página web o redes sociales, esto es un inidicio de que quizás debas sentarte a hablar con él antes sobre su experiencia.
Se complica
Solucionar problemas es una de las grandes virtudes de los profesionales . Por ello, un diseñador que se complica en sus proyectos, carece de flexibilidad y disposición, se considera como inexperto.
Miedo al cambio
En cualquier profesión no tener miedo al cambio es fundamental. Más allá del diseño, los espacios son un reflejo de nuestra personalidad, así que si este no sale de su zona de confort, puede que no sea el más indicado para rediseñar tus espacios.